Con el lanzamiento de la CBR 600 en 1987, Honda creó la categoría 600 SuperSport. En aquel momento, ofrecía 85 CV y pesaba sólo 182 kg en seco. Suficiente para desbancar a todas las 600 deportivas de la época, y para hacer las delicias de las motos de una categoría superior.
En 1991, las líneas se aligeraron y afirmaron la deportividad de la CBR. Las cifras de potencia lo confirman, con un motor que desarrolla la simbólica cifra de 100 CV.
No fue hasta 1999 cuando la CBR recibió por fin un chasis de aluminio (su hermana mayor, la 900, lo tenía desde 1992).
En 2001 se incorporó la inyección de combustible y una versión «FS» ligeramente más deportiva.
En 2003, la CBR 600 FS fue sustituida por la RR, olvidando su versatilidad para convertirse en una moto mucho más orientada a la pista, como la RC 211 V de MotoGP, cuya silueta tomó. La CBR 600 F prosiguió su carrera en paralelo (durante unos años), continuando ofreciendo el magnífico compromiso sport-road que había hecho la reputación de la máquina.
La CBR 600 evolucionó en sucesivas etapas, con la introducción de horquillas invertidas y pinzas de freno radiales en 2005. El motor y el chasis se revisaron a fondo en 2007. El ABS de Honda se introdujo en 2009.
2017 marcó el final de su linaje, o eso creíamos. Honda decidió relanzarla en 2021 en Japón y en el mercado asiático, con la llegada de una electrónica reforzada y el estilo CBR 1000 RR-R. Tendremos que esperar hasta 2024 para verla regresar a Europa, con un precio sorprendentemente ajustado.
