El nombre Hornet está adquiriendo un papel estratégico en Honda. Resucitado con la 750, ha tenido tanto éxito que Honda está aplicando esta extensión del nombre a la pequeña CB 500 y a su nueva gran roadster. La CB 1000 Hornet lucha en la categoría de las fieras, con la CBR 1000 RR en sus entrañas.
Sólo podemos alegrarnos del regreso de una moto con la rabia en los dientes del fabricante alado. La neo-deportiva CB 1000 R de los últimos años nunca ha terminado de convencer, con un diseño que había que entender, anclado en un pasado que no existía y un futuro soluble. La gran Hornet ha vuelto con líneas tensas, aspecto de gánster y cara de mala leche, como debe ser en este sector. Es una pena, sin embargo, que la copia se parezca inconfundiblemente a la antigua Z 1000 de Kawa.
A diferencia de la línea CB 1000 R, especialmente la excéntrica versión de 2008, no es atrevida. De hecho, es una vuelta a soluciones técnicas casi "sabias". La Hornet prescindirá de un bastidor Monobrazo de aluminio fundido. En su lugar, un basculante estándar de aluminio y un bastidor tubular de acero bastante minimalista se encargan del esqueleto, utilizando el motor como elemento de rigidez.
En el apartado de frenado tampoco hay complicaciones, con pinzas radiales Nissin de 4 pistones. Como suele ser el caso, se pueden encontrar componentes Showa a bordo. La horquilla invertida de 41 mm utiliza la tecnología SFF-BP (funciones separadas y gran pistón interno) y ofrece amortiguación de rebote y compresión. No hay detalles disponibles para el monoamortiguador, pero la precarga será seguramente ajustable. Nótese que el neumático trasero es de 180, mientras que los de la competencia e incluso los de la antigua CB 1000 R son de 190. Honda pone el énfasis en la manejabilidad.
Como siempre con los japoneses (excepto Kawa con la Z H2), no hay carrera armamentística. Las hiper-roadsters europeas se instalan en una órbita entre 180 y 210 CV, halagadora, sensual, egocéntrica pero totalmente inexplotable. La Hornet grande tiene menos vatios pero ya unos copiosos 150 CV de su motor de 4 cilindros. Está robado de una Fireblade de la generación anterior. Puede que no sea tan noble como los reactores de fusión de una deportiva de última generación, pero el motor de 2017 era un poco menos avanzado y, por lo tanto, es más probable que ofrezca más respuesta y arranque a medio régimen. Se dice que su par supera los 100 Nm, pero ¿en qué rango de revoluciones? Para aliviar la mano izquierda y la respuesta del par, el bloque va acompañado de un embrague de deslizamiento limitado. En definitiva, se trata de una máquina potente, seria y eficiente, pero no realmente emocionante a primera vista.
Está claro que no es rival para la Speed Triple RS 1200, la Streetfighter V4, la M 1000 R, la Superduke 1290 R o la Tuono V4 Factory 1100. Son motos mucho más afiladas, con una fuerza y un equipamiento claramente superiores... y muy caras. Aunque Honda no ha anunciado precio ni muchos detalles técnicos, está claro que la Hornet será mucho más asequible que las otras petardas del segmento. Es una obviedad: ofreciendo streetfighters hiperdesarrolladas que no tienen nada que envidiar a las Superbikes, o roadsters de tamaño medio de primer nivel, ya casi nadie tiene roadsters grandes y de "tamaño humano". ¿Qué tienes en stock que sea musculosa sin dar miedo, y no demasiado cara? La GSX-S 1000, posiblemente la MT-10. Y eso es todo.
Peso, dimensiones, tecnología.... Extrañamente, Honda fue bastante tacaña con la información. ¿Fue para aumentar la expectación o para calibrar la reacción del público y afinar ciertos datos?
En cualquier caso, Honda sí presentó una cierta cantidad de electrónica para supervisar el aguijón de la gran Hornet. Tres modos de conducción, ABS y control de tracción... Es suficiente, pero es lo mínimo que exige el mercado actual. El salpicadero viene directamente de la 750, con una pantalla TFT en color de 5 pulgadas, combinada con la aplicación Roadsync (control del smartphone desde el manillar o por voz).
18 años después, la 900 Hornet ve por fin un sustituto, con muchos más caballos. La receta es la misma: una jeta de canalla y un motor Fireblade (rebajado). Honda no la enfrenta a los maestros del segmento, sino que ve en ella un público más accesible. Después de todo, ¿quién necesita 200 duros para pasárselo bien ahí fuera? Con los 150 de esta máquina, ya hay potencia de sobra. Si alguna vez el precio es tan agresivo como el de la 750, la 1000 Hornet podría volver a atraer a mucha gente. ¿Quieres apostar por 13.000 euros? Sería demasiado bueno para ser verdad, y no imposible.
M.B - Fotos del fabricante
2024
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