Kawasaki fue una de las primeras en jugar con el tema de la nostalgia y ofrecer una máquina retro. La W 650 fue un éxito instantáneo con su aspecto de Triumph Bonneville. Es la descendiente de la W1 de 1965, a su vez influenciada por las motos británicas de la época (BSA, Norton y Triumph). Lanzada en 1999, la W 650 tuvo una carrera de casi 10 años antes de ser desbancada por las normas anticontaminación.
Al cabo de unos años, volvió a escena, esta vez con una 800. El estilo permanece prácticamente inalterado, y la única diferencia entre ambos modelos es su cilindrada. Estuvo en el mercado de 2011 a 2016, antes de volver a dormirse.
Kawa la relanza en 2019, junto con las variantes Street y Café-racer. El precio ha subido mucho, sin que la moto ofrezca ningún equipamiento adicional ni características especiales. Sigue en catálogo, con un color nuevo cada año.
