Cuando Suzuki presentó su GSX 1300 R Hayabusa, ¡sorprendió! Una silueta extraña, un motor superpotente y la marca de los 300 km/h por los aires. Difícilmente a gusto en la pista, el cohete de Suzuki estaba forjado para la velocidad pura.
La segunda generación aumentó ligeramente el tamaño del motor y añadió caballos. El estilo se modernizó, pero se mantuvieron las líneas maestras. Su carrera continuó durante unos diez años, antes de que la moto se tomara un descanso de tres años. Fue en 2021 cuando la Hayabusa volvió a ser noticia... por perder potencia. En el lado positivo, su cadena cinemática era más completa y contaba con una dotación completa de ayudas electrónicas.
La cuestión de la presencia de una máquina así puede suscitar dudas hoy en día. El mercado ya no está muy interesado en este tipo de misiles, todas las hiperdeportivas son más potentes que ella y la competencia ya ni siquiera existe. Sin embargo, la Hayabusa sigue desprendiendo un aura increíble, y su nombre pasará a la historia de las motos durante mucho tiempo, si no más.
